viernes, 5 de febrero de 2010

LETANÍAS BÍBLICAS

Están compuestas por títulos que en la Biblia se aplican a las mujeres, figuras de María, a otros elementos y a la misma virgen María.

Santa María, Madre de Dios: Ruega por nosotros

Nueva Eva.

Madre de los vivientes.

Estirpe de Abrahán.

Heredera de la promesa.

Retoño de Jesé.

Hija de Sión.

Tierra virgen.

Escala de Jacob.

Zarza ardiente.

Tabernáculo del Altísimo.

Arca de la Alianza.

Sede de la Sabiduría.

Ciudad de Dios.

Puerta oriental.

Fuente de agua viva.

Aurora de la salvación.

Alegría de Israel.

Gloria de Jerusalén.

Honor de nuestro pueblo.

Virgen de Nazaret.

Virgen llena de gracia.

Virgen fecundada por el Espíritu. Sierva del Señor.

Sierva de la Palabra.

Sierva humilde y pobre.

Esposa de José.

Bendita entre las mujeres.

Madre de Jesús.

Madre del Emmanuel.

Madre del Hijo de David.

Madre del señor.

Madre de los discípulos.

Madre solícita en la Visitación.

Madre gozosa en Belén.

Madre oferente en el Templo.

Madre desterrada en Egipto.

Madre apenada en Jerusalén.

Madre providente en Caná.

Madre fuerte en el Calvario.

Madre orante en el Cenáculo.

Mujer de la Nueva Alianza.

Mujer vestida de sol.

Mujer coronada de estrellas.

Reina a la derecha del Rey.

Bienaventurada porque has creído.

Bienaventurada porque has guardado la Palabra.

Bienaventurada porque has hecho la voluntad del Padre.

Oracion

Padre, de generación en generación revelas tu amor a los hombres. Te damos gracias porque, en la plenitud de los tiempos, por medio de la bienaventurada virgen María, nos has dado a Jesús, tu Hijo y nuestro Salvador; concédenos, te rogamos, el Espíritu de la verdad, para descubrir en el correr de la historia los signos de esperanza y de paz, para conseguir, en las vicisitudes de la vida, el germen de la libertad y de la gracia. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Letanías Guadalupanas

Señor, ten piedad. Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad. Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad
Santa María……….. Ruega por nosotros
Hija Predilecta del Padre
Madre del Hijo Unigénito de Dios
Consuelo del Espíritu Santo
Madre de Dios siempre cercano a nosotros
Madre del Dios de la alianza
Reveladora de Jesús en el Tepeyac
Fuente de salud y vida
Alegría de nuestra tierra
Felicidad de México
Río de luz de nuestro pueblo
Arrullo de nuestra tierra
Manantial de esperanza
Estrella de la Evangelización
Mujer flor
Mujer vestida de sol
Camino predilecto para llegar a Cristo
Cumbre y monte de nuestra alegría
Portadora de un mundo nuevo
Aurora de nuestro caminar
Profetisa reveladora del triunfo de tu Hijo
Maestra de la Iglesia
Flor y canto de América
Madre que conoces nuestros andares y pesares…Ensáñanos a amar
Madre que nos acoges y arrullas con cantos celestiales
Madre que apaciguas nuestras violencias
y nos llamas a la reconciliación.
Madre, modelo y guía de todas nuestras madres
Madre del nuevo milenio
Madre de la Nueva evangelización
Madre de la unidad pedida por Cristo
Madre de América y del mundo
Madre de la civilización del amor

Oremos: Santa María de Guadalupe, Río de amor y consuelo para todo el mundo: intercede ante tu Hijo para que el Padre nos dé al Espíritu Santo para construir, todos juntos, la civilización del amor, de la paz, la justicia y la solidaridad. Amén.

ORACION DE PAZ PARA LOS HOGARES

Paz, Señor, soy uno de los mortales, que talvez anda más oscurecido en mi camino; por consiguiente, podré ser guiado y no guiar. Pero de tu grandeza todo se espera, quiero como pan de mi hogar la paz, como de los pobres la paz, como de los tiranos y enemigos la paz, que en nuestros cerebros brille y que agrupados todos bebemos en la misma fuente, para que reestablecidos nuestros espíritus, sólo la paz, tranquilidad y armonía, podamos transportar al mundo de lo bello.
¡Oh! Paz sagrada que huyes de nuestros corazones con el peso de nuestras culpas, no nos abandones, sabemos que el espíritu de Dios es el espíritu de paz.
Cúbrenos con el velo de tu gracia y el resplandor de tu magnificencia. Gloria a Dios en las alturas y Paz entre los hombres de buena voluntad.

LETANIAS AL ESPIRITU SANTO



Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Cristo, Padre celestial Ten piedad de nosotros.
Dios hijo, Redentor del mundo
Espíritu Santo que procedes
Del Padre y del Hijo Te alabamos y te bendecimos.
Espíritu del Señor, Dios de Israel.
Espíritu que posees todo poder.
Espíritu, fuente de todo bien.
Espíritu que embelleces los cielos.
Espíritu de sabiduría e inteligencia.
Espíritu de consejo.
Espíritu de fortaleza.
Espíritu de ciencia.
Espíritu de piedad.
Espíritu de temor del Señor.
Espíritu, inspirador de los santos.
Espíritu prometido y donado por el Padre.
Espíritu de gracia y de misericordia.
Espíritu suave y benigno.
Espíritu de salud y de gozo.
Espíritu de fe y de fervor.
Espíritu de paz.
Espíritu de consolación.
Espíritu de santificación.
Espíritu de bondad y benignidad.
Espíritu, suma de todas las gracias.
Cordero de Dios Que quitas los pecados del mundo.
Perd6nanos, Señor.

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo.
Escúchanos Señor.

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo.
Ten piedad de nosotros.

LETANÍA AL SEÑOR CRUCIFICADO


-Cuando juzguéis oportuno someterme a la prueba de la tribulación,
-Cuando me vea agobiado por todas partes de apuros y contrariedades,
-Cuando me falte lo que más necesito,
-Cuando tenga que sufrir las inclemencias del tiempo, el rigor de las estaciones,
-Cuando sienta arder en mis miembros el fuego de la fiebre,
-Cuando me vea sumido en la enfermedad,
-Cuando deseare en vano para mis ojos desvelados un sueño reparador,
-Cuando el mal seque y consuma lentamente mi carne y mis huesos,
-Cuando vengan a llamar a mi puerta las aflicciones de cualquier clase que sean,
-Cuando interiores desolaciones tengan oscurecido y como anublado mi espíritu,
-Cuando me vea en peligro de ser vencido por la tentación,
-Cuando me vea precisado a reprimir la vivacidad de mi carácter,
-Cuando por excesivo abatimiento se me haga enojosa la vida,
-Cuando me vea hecho carga pesada para mi mismo y para los demás,
-Cuando no halle en torno de mí más que motivos de tristeza,
-Cuando me sienta impotente para todo bien,
-Cuando a pesar de mis esfuerzos, vuelva a caer en las mismas faltas,
-Cuando la sequedad interior parezca extinguir en mi todo fervoroso deseo,
-Cuando mil pensamientos importunos vengan a distraerme en la oración,
-Si permitís que sufra contradicciones,
-Si permitís que tenga que luchar con genios difíciles,
-Si permitís que me humillen,
-Si permitís que me contristen,
-Si permitís que me abandonen mis amigos,
-Si permitís que sea víctima de la injusticia.
-Si permitís que me persiga la calumnia,
-Si permitís que me vuelvan mal por bien,
-Si permitís que me hieran con insultantes palabras, Dadme paciencia, crucificado Señor.

Oracion

¡Oh Dios mío, que habéis dispuesto se salven vuestros escogidos por medio de los sufrimientos y de la Cruz! Ayudadme a soportar los míos con el espíritu de paciencia y resignación de que nos ha dejado Vuestro unigénito Hijo Jesucristo tan grandes ejemplos, y haced que en todas nuestras aflicciones, ya del alma, ya del cuerpo, repitamos con fe y sumisión las tiernas palabras que os dirigió él en medio de su dolorosa agonía. Padre mío, no se haga mi voluntad, sino la vuestra!” Amen.

LETANÍAS JESUCRISTO REY



Acerquémonos con profunda reverencia al trono de su Majestad, nuestro divino Rey, Cristo Jesús, y ofrezcámosle el homenaje de nuestra humilde adoración. Adoremos y alabemos a Aquel a quién el eterno Padre dijo: Pídeme y te daré las gentes y naciones por tu reino. (Sal. 2,

Veneramos, oh Jesús, vuestro reino eterno que poseéis como Hijo de Rey Eterno, igual en todo al Padre en majestad, omnipotencia y gloria. Vuestros son los cielos y vuestra es la tierra. Vos creasteis al universo y cuanto existe. Todas las cosas fueron hechas por Vos y sin Vos nada se hizo de cuanto se ha creado. El orbe entero es vuestro y vos reinareis de mar en mar, hasta los últimos confines de la tierra.

-Señor, ten misericordia de nosotros,
-Cristo, ten misericordia de nosotros,
-Señor, ten misericordia de nosotros,
-Cristo óyenos,
-Cristo escúchanos, Se repite
-Dios, Padre celestial,
-Dios Hijo, Redentor del mundo,
-Dios Espíritu Santo,
-Trinidad santa, un solo Dios, Ten misericordia de nosotros.
-Jesús, Rey, verdadero Dios y verdadero hombre,
-Jesús, Rey de los cielos y de la tierra,
-Jesús, Rey de los ángeles,
-Jesús, Rey de los apóstoles,
-Jesús, Rey de los mártires,
-Jesús, Rey de los confesores,
-Jesús, Rey de los vírgenes,
-Jesús, Rey de todos los santos,
-Jesús, Rey de la santa Iglesia,
-Jesús, Rey de los sacerdotes,
-Jesús, Rey de los reyes,
-Jesús, Rey de las naciones,
-Jesús, Rey de nuestros corazones,
-Jesús, Rey y esposo de nuestras almas,
-Jesús, Rey, Salvador y Redentor nuestro,
-Jesús, Rey, y Dios nuestro,
-Jesús, Rey y Maestro nuestro,
-Jesús, Rey y Pontífice nuestro,
-Jesús, Rey y Juez nuestro,
-Jesús, Rey de gracia y santidad,
-Jesús, Rey de amor y justicia,
-Jesús, Rey de vida y de paz,
-Jesús, Rey de la verdad y de la sabiduría,
-Jesús, Rey del universo,
-Jesús, Rey de la gloria,
-Jesús, Rey Altísimo,
-Jesús, Rey Todopoderoso,
-Jesús, Rey invencible,
-Jesús, Rey sapientísimo,
-Jesús, Rey benevolentísimo,
-Jesús, Rey pacientísimo
-Jesús, Rey flagelado,
-Jesús, Rey coronado de espinas,
-Jesús, Rey crucificado,
-Jesús, Rey gloriosamente resucitado,
-Jesús, Rey de amor en el Santísimo Sacramento,
-Jesús, Rey nuestro amantísimo, Ten piedad de nosotros.
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Perdónanos, Señor.
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Escúchanos Señor.
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ten misericordia de nosotros.
V. Bendecid vuestro pueblo, oh Jesús Rey; gobernadnos y protegednos.
R. Vivid y reinad en nuestros corazones y en los corazones de todos los hombres.

Oración
Omnipotente y sempiterno Dios, que en vuestro amado Hijo, Rey del universo, resolvisteis renovar todas las cosas, conceded benignamente que todos los hombres pecadores se sujeten a su suave yugo y dominio, quien vive y reina con Vos por los siglos de los siglos. Amén.

LETANÍA DEL SANTO NOMBRE DE JESÚS



-Señor, ten piedad de nosotros
-Cristo, ten piedad de nosotros
-Señor, ten piedad de nosotros
-Cristo, óyenos
-Cristo, escúchanos Se repite
-Dios, Padre celestial,
-Dios Hijo, Redentor del mundo,
-Dios Espíritu Santo,
-Santísima Trinidad, un solo Dios,
-Jesús, hijo de Dios vivo,
-Jesús, esplendor del Padre,
-Jesús, pureza de la luz eterna,
-Jesús, rey de la gloria,
-Jesús, sol de justicia,
-Jesús, hijo de la Virgen María,
-Jesús, amable,
-Jesús, admirable,
-Jesús, Dios fuerte,
-Jesús, padre del siglo futuro,
-Jesús, mensajero del plan divino,
-Jesús, todopoderoso,
-Jesús, pacientísimo,
-Jesús, obedientísimo,
-Jesús, manso y humilde de corazón,
-Jesús, amante de la castidad,
-Jesús, amador nuestro,
-Jesús, Dios de paz,
-Jesús, autor de la vida,
-Jesús, modelo de virtudes,
-Jesús, celoso de la salvación de las almas,
-Jesús, nuestro Dios,
-Jesús, nuestro refugio,
-Jesús, padre de los pobres,
-Jesús, tesoro de los fieles,
-Jesús, pastor bueno,
-Jesús, verdadera luz,
-Jesús, sabiduría eterna,
-Jesús, bondad infinita,
-Jesús, camino y vida nuestra,
-Jesús, alegría de los ángeles,
-Jesús, rey de los patriarcas,
-Jesús, maestro de los apóstoles,
-Jesús, doctor de los evangelistas,
-Jesús, fortaleza de los mártires,
-Jesús, luz de los confesores,
-Jesús, pureza de las vírgenes,
-Jesús, corona de todos los santos, Ten misericordia de nosotros.
-Senos propicio Perdónanos, Jesús.
-Senos propicio Escúchanos, Jesús.
-De todo mal,
-De todo pecado,
-De tu ira,
-De las asechanzas del demonio,
-Del espíritu impuro,
-De la muerte eterna,
-Del menosprecio de tus inspiraciones,
-Por el misterio de tu santa encarnación,
-Por tu natividad,
-Por tu infancia,
-Por tu divinísima vida,
-Por tus trabajos,
-Por tu agonía y Pasión,
-Por tu cruz y desamparo,
-Por tus sufrimientos,
-Por tu muerte y sepultura,
-Por tu resurrección,
-Por tu ascensión,
-Por tu institución de la santísima Eucaristía,
-Por tus gozos,
-Por tu gloria, Líbranos, Jesús.
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Perdónanos, Jesús.
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Escúchanos Jesús.
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ten misericordia de nosotros Jesús.
-Jesús, óyenos.
-Jesús, escúchanos Se repite

Oracion

Te pedimos Señor, que quienes veneremos el Santísimo Nombre de Jesús disfrutemos en esta vida de la dulzura de su gracia y de su gozo eterno en el Cielo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amen.

ORACION AL SEÑOR PARA CONCEDIR LA SALUD

Oh, Jesus, a Ti acudo lleno de confianza para pedirte concedas la salud del alma y del cuerpo a:______________________ perdona sus pecados y fortalece su cuerpo debilitado por la enfermedad.

Si le pides que comparta tus sufrimientos, haz que lleve los suyos con paciencia, gozo y paz para mayor gloria tuya.
Amen.
- Padre Nuestro
-Ave Maria
-Gloria al padre

Oración en agradecimiento al recuperar la salud

Adonai Elohai Shivati Eileja Ve-Tirpaenini:

Adonai, Dios mío, clamé a Ti, y me aliviaste.

Baruj Ata Adonai, Eloheinu Melej Haolam Hagomel Lefaiavim Tovot Sheguemala Kol Tov.
Bendito ere Tú, Adonai, Dios nuestro, Rey del
Universo, que prodigas Tu bondad a todos los seres
humanos y que me conferiste Tu benevolencia. Amén.

PARA LA ENFERMEDAD: CREO EN TI

Señor, Tu siempre me has dado
La fuerza necesaria,
y, aunque débil,
Creo en Ti.
Señor, Tu siempre me has dado
La paz de cada día,
y, aunque angustiado,
Creo en Ti.
Señor, Tu siempre me has guardado
En la prueba,
Y, aunque estoy en ella,
Creo en Ti.
Señor, Tu siempre has alumbrado
Mis tinieblas,
Y, aunque no tengo luz,
Creo en Ti.

jueves, 7 de enero de 2010

AMOROSA PROTECCIÓN

Madre bondadosa,
protege a los tentados,
auxilia a los pecadores,
ayuda a los pusilánimes,
socorre a los necesitados,
conforta a los atribulados,
intercede por los consagrados,
cúbrenos con tu manto protector
y obténnos el don de experimentar
tu maternal y amorosa protección.
Que así sea.

Oraciones al Espíritu Santo para pedir sus siete Dones

¡Oh Espíritu Santo!, llena de nuevo mi alma con la abundancia de tus dones y frutos. Haz que yo sepa, con el don de Sabiduría, tener este gusto por las cosas de Dios que me haga apartar de las terrenas.

Que sepa, con el don del Entendimiento, ver con fe viva la importancia y la belleza de la verdad cristiana.
Que, con el don del Consejo, ponga los medios más conducentes para santificarme, perseverar y salvarme.
Que el don de Fortaleza me haga vencer todos los obstáculos en la confesión de la fe y en el camino de la salvación.
Que sepa con el don de Ciencia, discernir claramente entre el bien y el mal, lo falso de lo verdadero, descubriendo los engaños del demonio, del mundo y del pecado.
Que, con el don de Piedad, ame a Dios como Padre, le sirva con fervorosa devoción y sea misericordioso con el prójimo.
Finalmente, que, con el don de Temor de Dios, tenga el mayor respeto y veneración por los mandamientos de Dios, cuidando de no ofenderle jamás con el pecado.
Lléname, sobre todo, de tu amor divino; que sea el móvil de toda mi vida espiritual; que, lleno de unción, sepa enseñar y hacer entender, al menos con mi ejemplo, la belleza de tu doctrina, la bondad de tus preceptos y la dulzura de tu amor. Amén.
II
Ven Espíritu Santo, inflama mi corazón y enciende en el fuego de tu Amor. Dígnate escuchar mis súplicas, y envía sobre mí tus dones, como los enviaste sobre los Apóstoles el día de Pentecostés.
Espíritu de Verdad, te ruego me llenes del don de Entendimiento, para penetrar las verdades reveladas, y así aumentar mi fe; distinguiendo con su luz lo que es del buen, o del mal espíritu.
Espíritu Sempiterno, te ruego me llenes del don de Ciencia, para sentir con la Iglesia en la estima de las cosas terrenas, y así aumentar mi esperanza; viviendo para los valores eternos.
Espíritu de Amor, te ruego me llenes del don de Sabiduría, para que saboree cada día más con qué infinito Amor soy amado, y así aumente mi caridad a Dios y al prójimo; actuando siempre movido por ella.
Espíritu Santificador, te ruego me llenes del don de Consejo, para obrar de continuo con prudencia; eligiendo las palabras y acciones más adecuadas a la santificación mía y de los demás.
Espíritu de Bondad, te ruego me llenes del don de Piedad, para practicar con todos la justicia; dando a cada uno lo suyo: a Dios con gratitud y obediencia, a los hombres con generosidad y amabilidad.
Espíritu Omnipotente, te ruego me llenes del don de Fortaleza, para perseverar con constancia y confianza en el camino de la perfección cristiana; resistiendo con paciencia las adversidades.
Espíritu de Majestad, te ruego me llenes del don de Temor de Dios, para no dejarme llevar de las tentaciones de los sentidos, y proceder con templanza en el uso de las criaturas.
Divino Espíritu, por los méritos de Jesucristo y la intercesión de tu Esposa, María Santísima, te suplico que vengas a mi corazón y me comuniques la plenitud de tus dones, para que, iluminado y confortado por ellos, viva según tu voluntad, muera entregado a tu Amor y así merezca cantar eternamente tus infinitas misericordias. Amén.
III
Amor infinito y Espíritu Santificador:
Contra la necedad, concédeme el Don de Sabiduría, que me libre del tedio y de la insensatez.
Contra la rudeza, dame el Don de Entendimiento, que ahuyente tibiezas, dudas, nieblas, desconfianzas.
Contra la precipitación, el Don de Consejo, que me libre de las indiscreciones e imprudencias.
Contra la ignorancia, el Don de Ciencia, que me libre de los engaños del mundo, demonio y carne, reduciendo las cosas a su verdadero valor.
Contra la pusilanimidad, el Don de Fortaleza, que me libre de la debilidad y cobardía en todo caso de conflicto.
Contra la dureza, el Don de Piedad, que me libre de la ira, rencor, injusticia, crueldad y venganza.
Contra la soberbia, el Don de Temor de Dios, que me libre del orgullo, vanidad, ambición y presunción.

Oración de la Sangre de Cristo

Señor Jesús, en Tu nombre y con el Poder de Tu Sangre Preciosa sellamos toda persona, hechos, o acontecimientos a través de los cuales el enemigo nos quiera hacer daño.
Con el Poder de la Sangre de Jesús, sellamos toda potestad destructora en el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas de la naturaleza, en los abismos del infierno y en el mundo en el cual nos moveremos hoy. Con el Poder de la Sangre de Jesús rompemos toda interferencia y acción del maligno. Te pedimos Jesús que envíes a nuestros hogares y lugares de trabajo a la Santísima Virgen acompañada de San Miguel, San Gabriel, San Rafael y toda su corte de Santos Ángeles.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestra casa, todos los que habitan en ella (nombrar a cada uno de ellos), las personas que el Señor enviará a ella, así como los alimentos y los bienes que Él generosamente nos envía para nuestro sustento. Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos tierra, puertas, ventanas, objetos, paredes, piso y el aire que respiramos y en fe colocamos un círculo de su Sangre alrededor de toda nuestra familia.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos los lugares en donde vamos a estar este día, las personas, las empresas o instituciones con quienes vamos a tratar (nombrar a cada una de ellas). Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestro trabajo material y espiritual, los negocios de toda nuestra familia, los vehículos, las carreteras, el aire, las vías y cualquier medio de transporte que vayamos a utilizar. Con tu Sangre Preciosa sellamos los actos, las mentes y los corazones de todos los habitantes y dirigentes de Nuestra Patria a fin de que Tu Paz y Tu Corazón reinen en ella. Te agradecemos Señor por Tu Sangre y por Tu Vida ya que gracias a ellas hemos sido salvados y somos preservados de todo lo malo.
AMEN.

Oración de liberación

Te pido Padre Celestial que en el nombre de Jesús de Nazareth y por su preciosísima Sangre, ato, ligo y encadeno ahora mismo el poder de toda potestad y de todo principado maligno que tenga autoridad sobre mi, sobre mi ciudad, mi hogar, mis negocios, mi esposo (a), mis hijos, sobre mi familia, mi comunidad, mi parroquia y el lugar donde trabajo.
Te pido Padre Celestial, en el nombre de Jesús que envíes tus Santos Ángeles y huestes Celestiales para batallar contra estas fuerzas malignas y desalójalas de sus posiciones. Y en el nombre poderoso de Jesús, ato, ligo y encadeno el poder de todo demonio que Satanás me haya asignado vara impedir que alcance mi potencial como hijo de Dios.
Ordeno ahora mismo a estos demonios, en el nombre de Jesús que queden atados, ligados y encadenados y sin ninguna clase de poder; y los echo de mí, de mi esposo (a), de mi ciudad, de mi parroquia para que queden lejos en el lugar que les corresponde.
Por el poder de la Sangre de Jesús, ato ligo y encadeno todo espíritu de pobreza, ruina, miseria, escasez, deudas, enfermedad y todo espíritu que impide recibir las bendiciones en mi ser integral y las cosas materiales que Dios quiere que yo y mi familia tengamos. En el nombre poderoso de Jesús, les ordeno retirarse ahora mismo y salir de mí, de mi familia y en el nombre de Jesús queden atados, ligados y encadenados todos los poderes de los demonios que impiden trabajar en los dones del Espíritu Santo.
Te ordeno Satanás quitar tus manos de mi dinero, mis bienes, mi trabajo, mis negocios, mi hogar, mi familia y mi vida. En el nombre del Señor Jesucristo ordeno, que cualquier espíritu de ruina, deuda, enfermedad, sean desarraigados y destruidos. Los arrojo y los expulso de mí, de mi vida (familia, trabajo, estudio) en el nombre del Señor Jesús, les ordeno que nunca más regresen porque el dueño de mi vida es Jesucristo, quien con su preciosísima sangre me cuida y me protege.
Ahora desata las bendiciones y te pido Padre Celestial abrir las ventanas de los Cielos y derramar tus bendiciones sobre mi… (nombre las bendiciones que quieras sobre ti y tu familia, tu empleo, tus negocios, estudio). Te pido esto en el nombre bendito de Jesús y con el poder del Espíritu Santo y por la intercesión de la Virgen María y el Auxilio de los Santos Ángeles y los Arcángeles me lo concedas ahora. Amen.

ORACIÓN PARA PEDIRLE GRACIAS A LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Santísima Trinidad, oh Divina Providencia,
concédeme tu clemencia por tu infinita bondad.

Arrodillado a tus plantas, a Tí de toda caridad portento, te pido para los míos, casa, vestido y sustento.

Concédeles la salud, llévalos por buen camino, que sea siempre la virtud la que guíe su destino, tu eres toda mi esperanza, Tu eres el consuelo mío, en Tí espero, en Tí espero, y en Tí confío.

Tu Divina Providencia nos asista en cada momento, para que nunca nos falte casa vestido y sustento, ni los Santos Sacramentos en el último momento.

Amén
.

viernes, 25 de diciembre de 2009

ORACION PARA ROMPER MALDICIONES DEL OCULTISMO

Padre Celestial en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, con la autoridad que nos ha sido dada, me paro en la brecha y ato todo hombre fuerte, todo espíritu familiar que quiso operar a través de las generaciones.
Quito de su dominio todo terreno que le haya sido dado por mis antepasados. Ato todo principado, todo hombre fuerte que quiere operar a través de las maldiciones generacionales, en el nombre de Cristo Jesús.
Pido perdón por todo familiar que le haya dado autoridad para constituir esta maldición.
Todo pecado o pacto que haya sido hecho a través de brujería y que haya permitido tomar autoridad para actuar y traer maldición a través de la descendencia familiar por las diferentes generaciones. Rompo toda maldición declarada sobre mis descendientes hasta la undécima y duodécima generación.

Quiebro toda declaración que haya traído destrucción y enfermedad a la línea generacional. Desato bendiciones sobre toda mi familia y descendencia.
Declaro que ningún espíritu generacional funcionará en nuestra vida. Aplico la sangre de Cristo Jesús a mi hogar y familia, a todo lo que Tú nos has dado en el mundo físico y espiritual. No permito que el enemigo funcione por medio de estas maldiciones generacionales. Declaro que los espíritus familiares y demonios con asignaciones satánicas hacia mi familia ya no tienen poder y deben irse.
Declaro victoria sobre la vida de mi familia y mis descendientes.
Ellos verán la gloria y las bendiciones de Dios sobre su vida.
A ti, Cristo, te doy toda la gloria y honra por lo que hiciste y por lo que harás. Amén.

ORACIÓN DE PROTECCION CON LA SANGRE DE CRISTO

Yo (dí tu nombre completo) con la Sangre preciosa de Jesús, protejo y sello todo mi ser, interior y exteriormente, deposito en el Corazón Inmaculado de la Virgen María, todo mi haber y poseer; para que ni en el presente, ni en ningún momento futuro, lleguen a ellos daños por venganzas de lo oculto.

En el nombre de Jesús, queda prohibida toda acción e interacción, toda comunicación e intercomunicación espiritual. Invoco la presencia de los ángeles, arcángeles (Miguel, Gabriel y Rafael), principados, virtudes, potestades, dominaciones, querubines, serafines y tronos de dios; para que sean ellos quienes lleven a cabo esta batalla contra el mal. Pido la ayuda de la comunión de los santos.
Amén, amén, amén.

ROSARIO DE NUESTRA SEÑORA DE LAS LÁGRIMAS

Se reza así, siete veces:

Señor. Escucha nuestras súplicas por las lágrimas de tu Santísima Madre.
Y una vez:
“Señor, mira las lágrimas del corazón que más te amó en la tierra y te sigue amando en el cielo con el más intenso amor”
Todo se repite siete veces.
Luego tres veces:
“Oh Salvador Crucificado, a tus pies te ofrecemos las lágrimas de aquella que te acompañó, con tanto amor en el doloroso camino del Gólgota”
“Escucha Señor nuestras súplicas por las lágrimas de tu Santísima Madre”.
Oracion
¡Oh María, Madre de amor! Madre nuestra dolorosa, por el inmenso dolor que sufristeis en la pasión y muerte de tu Hijo Divino, y por las amargas lágrimas que derramasteis, ofrece al Padre Eterno el Sagrado Cuerpo de nuestro amable Redentor cubierto de heridas y la Sangre preciosa por ellas derramada, en unión de tus dolores y de tus lágrimas, para conseguir la gracia que imploramos. Amén.
Jaculatoria:
Oh María dolorosa y Madre de todos los cristianos. Ruega por nosotros.

ORACION A LA SANGRE DE CRISTO ( 2)

Oh sangre y agua que broto del corazon de Jesus como fuente de misericordia por nosotros.
Yo confio en ti.

NOVENA A LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO

Preparacion

(Se dice cada día de la novena)
Los Santos del Apocalipsis cantan fervorosamente: “Con tu Sangre has comprado para Dios gentes de toda tribu, lengua, pueblo y nación; has hecho de ellos una dinastía sacerdotal, que sirve a Dios y reina sobre la tierra” Ap. 5:9.
Nosotros ahora nos unimos a este clamor celestial, y en la comunión del Espíritu con todos los santos de la tierra, y venerando esa Sangre divina que nos rescató del poder de las tinieblas y nos trasladó al reino de la luz, rendimos culto reverente a Dios, como pueblo sacerdotal que somos. Col. 1: 13 y 20.
Cristo Jesús, Cordero de Dios, que nos has salvado con tu sangre, ¡te alabamos!,¡te bendecimos!, ¡te adoramos!,¡te damos gracias rendidas!, Y te pedimos la salvación de todos los que nos hemos lavado en tu Sangre Sagrada. Amén.
Día primero
Leo en la Palabra de Dios. “¡Dichosos los que lavan sus vestiduras en la Sangre del Cordero!” (Apocalipsis 22:14).
¿Debe espantarnos el pecado? Sí; porque es el mal de los males, que lleva consigo la separación de Dios y la condenación eterna. Dios nos ofrece su perdón, pero nosotros podemos desoír la llamada del Espíritu, que nos invita siempre a la conversión y a la perseverancia. ¿Y si yo he pecado? Podría anidar en mi alma cualquier sentimiento, menos el de la desesperación. Porque tengo un Salvador que pagó por mí y me llama de nuevo a su amor. Confío en la Sangre de Cristo, que me ha limpiado de toda mancha. Señor Jesús, ¡gracias por tu bondad! No quiero pecar más en adelante. Lo que quiero es amarte cada vez más con todo mi corazón.
Padrenuestro.
Las lágrimas de mis ojos ahora son el cantar de un alma que, arrepentida, no sueña más que en amar.
Oración.
OH Dios, que nos pides el amor de nuestro corazón, concédenos la gracia de vivir siempre en el amor a Jesús y obtener por su Sangre nuestra salvación eterna. Por Jesucristo nuestro Señor Amén.
Día segundo
Leo en la Palabra de Dios. “Tenemos, hermanos, una confianza jubilosa de entrar en el santuario del Cielo por virtud de la Sangre de Jesús” (Hebreos, 10:19).
Dios nos infundió en el Bautismo la esperanza, junto con la fe y el amor. Llego al Cielo por lo méritos de la Sangre de Cristo. A ellos uno mi esfuerzo, para corresponder con mis obras a lo que El hizo por mí. Mi vida, para conseguir la salvación, debe ser digna de la Sangre que me compró. Por eso, debo trabajar siempre mí salvación con “temor y temblor”, como nos dice San Pablo. Miedo a Dios, no; porque El es Fiel y me salva; sino miedo a mi debilidad o malicia, porque yo puedo fallar a Dios. Pero, ¡confianza! Porque Jesús y yo juntos lo podemos todo.
Padrenuestro
Cielo azul, cielo estrellado, Cristo tus puertas abrió. ¡A ti voy, por ti suspiro, Patria de mi corazón!
Oración
OH Dios, que nos has redimido con la Sangre preciosa de tu Hijo, conserva en nosotros la acción de tu misericordia para que podamos conseguir sus frutos eternos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Día tercero
Leo en la Palabra de Dios. “Ellos vencieron al dragón por la fuerza de la Sangre del Cordero y en virtud del testimonio que dieron, pues despreciaron sus vidas hasta morir por él” (Apocalipsis 12: 9-1 l).
¿Qué significa mi vida cristiana? Es lucha: contra el dolor, que podría desesperarme; contra el cansancio, que podría rendirme en el camino; contra los que atentan mi fe y mi virtud, que exigen mi testimonio; contra mi contra el pecado, que podría hacerme perder a Dios… Pero tengo en mis manos la fuerza del mismo Cristo. El luchó contra Satanás y el pecado hasta la sangre, y con su Sangre nos da la victoria a nosotros. ¿Puedo yo acobardarme y ceder ante el enemigo, si cuento con la fuerza de la gracia de Cristo?…
Padrenuestro
La vida es de los valientes, de los que saben luchar. Con Cristo, que va delante, ¿Me puedo yo acobardar?…
Oración
OH Dios, que en la Sangre de Jesús, derramada valiente y generosamente en la cruz, nos das la fuerza contra todos los enemigos. Haz que por ella me mantenga yo siempre fiel a ti. Por Jesucristo nuestro Señor.
Día cuarto
Leo en la Palabra de Dios. -El Espíritu Santo os ha constituido vigilantes, para que apacientes la Iglesia de Dios, que él se adquirió con su propia Sangre” (Hechos 20:28).
Lo que dice San Pablo a los pastores de la Iglesia vale para todos nosotros, porque todos somos Iglesia por la cual Cristo derramó su Sangre. ¿Puedo desentenderme yo de la Iglesia? ¿Puedo aceptar los ataques de que es objeto? ¿Puedo ver despreciada su verdad? ¿Puedo tolerar la desobediencia a sus Pastores? ¿Puedo mirar sin horror a los que abandonan con peligro grave su salvación? ¿Puedo dejar de trabajar en una u otra obra de apostolado, tal como lo exigen mi Bautismo y Confirmación? Si no trabajo por la Iglesia, estoy traicionando a la Sangre con que Cristo se la adquirió…
Padrenuestro
¡OH, Iglesia Santa y Católica, todo mi amor para ti! Tú sabes que sólo anhelo en tu regazo sobrevivir.
Oración
Señor Jesucristo, hazme vivir en tu Iglesia, Esposa tuya que adquiriste con tu Sangre. Que por ella trabaje, en ella viva y en ella sobreviva. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos Amén.
Día quinto
Leo en la Palabra de Dios.-¡Bebed, pues ésta es mi sangre!” (Mateo 26: 27-28). “El cáliz de la bendición que consagramos, ¿no es comunión con la Sangre de Cristo”. “Cuantas veces coméis este pan y bebéis este cáliz, proclamáis la muerte del Señor hasta que él vuelva” (I Corintios 10:16; 11:26).
Padrenuestro
¿En qué hago consistir yo mi devoción a la Sangre de Cristo? En oraciones, ciertamente. Pero jamás podré buscar otro punto en que centrar esa mi devoción como la Eucaristía. Recibo la Sangre de Cristo en la Comunión. En la Comunión me comunica la Sangre divina toda su fuerza. En la Comunión me aseguro para siempre el fruto de la salvación que Cristo me ganó al derramar su Sangre por mí. ¿Comulgo todas las veces que puedo y de la mejor manera que puedo?…
Eres bebida del Cielo, eres vino embriagador. Eres amor y alegría, ¡Cáliz de la salvación!
Oración
Señor Jesucristo, hazme beber con ansia tu Sangre, Vino Nuevo del Reino, y prenda de las delicias que me embriagarán en la Patria celestial. Amén.
Día sexto
Leo en la Palabra de Dios. -Os habéis acercado a Jesús, que nos ha rociado con una sangre que habla más elocuentemente que la de Abel” (Hebreos 12: 23-24).
¿Qué pedía a gritos la sangre de Abel? ¡Venganza! “La sangre de tu hermano grita a mí desde la tierra”, de Dios a Caín. Pero la Sangre de Cristo clama mucho mejor: “¡Padre, perdónalos!”… La Sangre de Jesús nos da la paz con Dios y derriba todo muro que nos divide a los hombres, porque “todo lo pacificado con la sangre de su cruz”. Entonces, ¿Somos dignos de Cristo cuando anida un rencor en nuestro corazón? ¿Somos como el Jesús de la cruz, si, no perdonamos nosotros de verdad?… ¿Podemos beber la Sangre de Cristo en la Comunión, si, no rebosamos amor a todos?….
Padrenuestro
Sangre de Jesús, que gritas: ¡Perdón, oh Padre, perdón!” Di, ¿qué quieres de nosotros?… ¡Qué sea perdonador!
Oración:

Señor Jesucristo, que nos mandas a perdonar generosamente hasta el peor de nuestros enemigos. Infúndeme tú mismo amor a fin de que, amando sin distinción a todos, merezca tú perdón y tú gracia. Amén.
Día séptimo
Leo en la Palabra de Dios. -Vi el cielo abierto. Y el que se llama desde siempre El Verbo de Dios, estaba cubierto con un manto lleno de sangre” (Apocalipsis 19: 12-13).
Jesucristo, el Hijo de Dios, aparece en el Cielo como un militar triunfador. Se empapó de sangre, en la suya, y ahora ostenta las propia, luchando contra el enemigo condecoraciones ganadas en una guerra a vida o muerte. Ha vencido en toda la línea. “El príncipe de este mundo ha sido echado fuera”. Y llega el día en que “todos sus enemigos estarán colocados como escabel de sus pies”… ¿Me doy cuenta a qué me llama el Señor? El Cielo no es para cobardes, sino para los esforzados que, como Jesús, saben enfrentarse cada día, hasta la sangre, en la lucha contra el mal.
Padrenuestro
Por tú Espíritu, Señor, danos valor en la lucha, danos la victoria; victoria sobre la muerte danos la Gloria futura.
Oración
Señor Jesucristo, que nos dijiste que el Reino de los Cielos lo arrebatan únicamente los valientes. Dame el esfuerzo que necesito para ir contigo hasta el Calvario a fin de subir desde él al Cielo. Amén.
Día Octavo
Leo en la Palabra de Dios. “Estos son los que han lavado y blanqueado sus vestiduras en la Sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de Dios” (Apocalipsis 7:14).
Hemos de contar con el pecado como una triste realidad de nuestra vida. Heredamos de nuestros padres Adán y Eva una naturaleza dañada, y nuestra malicia a veces, y nuestra debilidad siempre, nos llevan a ofender a Dios de muchas maneras. ¿Quién pondrá remedio a esta dolorosa condición nuestra?.
¡Gracias sean dadas a nuestro Señor Jesucristo, que con su Sangre nos ha librado de tan lastimosa condición! Dios nos pide solamente arrepentimiento, conversión, reconciliación con El mediante los Sacramentos. Y, eso sí, lucha valiente para no hacer nunca las paces con el pecado.
Padrenuestro
¡Qué divino tesoro, Jesús, me has dado en tu Sangre! ¡Límpiame de toda mancha, para ser como te agrada!…
Oración
Señor Jesucristo, amador de los pecadores, que somos todos. Derrama sobre mí la abundancia de los méritos de tú Sangre, para que, con limpieza de corazón, vea siempre a Dios en todas las cosas. Amén.
Día noveno
Leo en la Palabra de Dios. -Tenemos un Pontífice excelso, Jesús, que ha penetrado los cielos – con su propia sangre – y está siempre vivo para interceder por los que por él se llegan a Dios” (Hebreos 4:14, 19:12, 7:25).
Una última mirada a la Sangre de Cristo. ¿Qué nos ha merecido Jesús con ella? Nada menos que la Gloria de Dios, la misma con la que Dios es infinitamente dichoso, la que tiene el mismo Jesucristo glorificado a la derecha del Padre. Y ante este su Padre está repitiendo continuamente: “Quiero que donde yo estoy estén también los míos que Tú me diste”. Ya que para esto se adelantó: “Voy a prepararos un lugar” Nuestro destino es el Cielo, que no es propio de almas débiles, sino de los espíritus más grandes, que no se contentan sino con Dios.
Padrenuestro
Como Esteban, entreabierto veo el Cielo, Señor. ¿Cuándo podré estar contigo? ¡Hoy lléname de tu Presencia!
Oración:

Señor Jesucristo, autor, guía y consumador de la fe, que vas al frente de los que caminan hacia la Patria. Hazme seguir fielmente tus pisadas para conseguir ese Cielo que me tienes prometido y preparado. Amén.
“En su Gran amor Dios me ha liberado por la Sangre que su hijo Derramo, y ha perdonado mis pecados”. (Efesios 1:7)
Oh Divino antidoto ,Liberame del veneno del pecado Amen,Aleluya,Amen.
Oracion:
Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del Costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. ¡OH buen Jesús, óyeme! Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de ti. Del enemigo malo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame. Y mándame ir a ti, para que con tus santos te alabe, por los siglos de los siglos. Amén, Aleluya, Amén.

Oración de la Sangre de Cristo

Señor Jesús, en tu nombre y con el Poder de tu Sangre Preciosa sellamos toda persona, hechos o acontecimientos a través de los cuales el enemigo nos quiera hacer daño.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos toda potestad destructora en el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas de la naturaleza, en los abismos del infierno, y en el mundo en el cual nos movemos hoy.
Con el Poder de la Sangre de Jesús rompemos toda interferencia y acción del maligno.
Te pedimos Jesús que envíes a nuestros hogares y lugares de trabajo a la Santísima Virgen acompañada de San Miguel, San Gabriel, San Rafael y toda su corte de Santos Ángeles.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestra casa, todos los que la habitan (nombrar a cada una de ellas), las personas que el Señor enviará a ella, así como los alimentos y los bienes que Él generosamente nos envía para nuestro sustento.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos tierra, puertas, ventanas, objetos, paredes, pisos y el aire que respiramos, y en fe colocamos un círculo de Su Sangre alrededor de toda nuestra familia.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos los lugares en donde vamos a estar este día, y las personas, empresas o instituciones con quienes vamos a tratar (nombrar a cada una de ellas). Primer Cenáculo Virtual de María Reina de la Paz
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestro trabajo material y espiritual, los negocios de toda nuestra familia, y los vehículos, las carreteras, los aires, las vías y cualquier medio de transporte que habremos de utilizar.
Con Tu Sangre preciosa sellamos los actos, las mentes y los corazones de todos los habitantes y dirigentes de nuestra Patria a fin de que Tu Paz y Tu Corazón al fin reinen en ella..

Te agradecemos Señor por Tu Sangre y por Tu Vida, ya que gracias a Ellas hemos sido salvados y somos preservados de todo lo malo.